EUROPA
PRESS
12 marzo
2023
Rosa
mosqueta: de cuidar nuestra piel a ayudar a perder peso
Todos hemos usado alguna vez el popular
aceite de rosa mosqueta para cuidar alguna cicatriz, dado su efecto reparador;
o simplemente para hidratar la piel o controlar el envejecimiento de la misma.
En definitiva, el uso de la rosa mosqueta entre la población se ha reducido
eminentemente al ámbito dermatológico. Sin embargo, una nueva investigación
plantea que esta planta podría tener beneficios sobre la obesidad.
En concreto, el estudio ha demostrado que los antioxidantes
de la rosa mosqueta tienen propiedades contra dicha
enfermedad que podrían ayudar a encontrar alternativas alimentarias a los
fármacos actuales para controlar el peso.
El estudio de la Universidad Real Instituto de Tecnología de
Melbourne (RMIT), en Australia, dirigido por la doctoranda Manisha
Singh, investigó cómo los compuestos antioxidantes (extractos fenólicos) y el
ácido orgánico (ácido hidroxicítrico) que se
encuentran en la robusta rosa mosqueta ('Hibiscus sabdariffa') podrían inhibir la formación de células
adiposas. Cuando el organismo tiene un exceso de ingesta de grasas, estas
pueden depositarse en la célula, lo que las convierte en células adiposas
llamadas adipocitos.
Los adipocitos son vitales para regular los niveles de
energía y azúcar del organismo. Sin embargo, cuando la ingesta de energía
supera el gasto, puede hacer que las células adiposas crezcan tanto en tamaño
como en número, contribuyendo a la obesidad. Las células madre
humanas se trataron por separado con extractos fenólicos y ácido hidroxicítrico antes de convertirlas en células adiposas.
Mientras que las células tratadas con ácido hidroxicítrico no mostraron ningún cambio en el contenido
de grasa de los adipocitos, las células tratadas con extractos fenólicos tenían
un 95 por ciento menos de grasa en comparación con las células de control.
La investigación de Singh es la primera de este tipo que
utiliza células adiposas humanas para comprobar los efectos de los extractos fenólicos
y el ácido hidroxicítrico de la rosa mosqueta. El
profesor Benu Adhikari,
supervisor del doctorado de Singh y miembro del Centro de Investigación e
Innovación Alimentaria del RMIT, ha afirmado que los resultados del estudio
"podrían influir en la forma de abordar el tratamiento de la
obesidad".
Los métodos actuales de tratamiento de la obesidad se
centran en cambios en el estilo de vida y en la medicación. Aunque la
medicación es eficaz, también puede tener efectos secundarios negativos como la
hipertensión o afectar al riñón y al hígado. "Los extractos fenólicos de
la rosa mosqueta podrían ayudar a crear un producto alimenticio saludable
eficaz para interferir en la formación de células grasas, pero que también
evitara los efectos secundarios negativos de algunos medicamentos",
explica Adhikari.
Un bloqueador enzimático natural
El doctor Thilini Thrimawithana, catedrático de la Facultad de Ciencias
Biomédicas y de la Salud, ha afirmado que existe un interés
"creciente" por investigar cómo los compuestos ricos en
antioxidantes, llamados polifenoles, podrían algún día ayudar a tratar
enfermedades como la obesidad y evitar los efectos secundarios de medicamentos
como el Orlistat y la Liraglutida.
Los polifenoles se encuentran en alimentos como las verduras
y las frutas. Cuando se consumen, los antioxidantes eliminan la oxidación que
se forma en el organismo, lo que puede ayudar a retrasar el envejecimiento y
prevenir enfermedades. La investigación de Singh también descubrió que los
polifenoles de la rosa mosqueta tenían propiedades inhibidoras de las enzimas
digestivas similares a las de algunos medicamentos para el control de la
obesidad.
Concretamente, los polifenoles inhiben la enzima digestiva
llamada lipasa. Esta enzima ayuda a descomponer las grasas en pequeñas
fracciones para que sean absorbidas por el organismo a través del intestino. El
exceso de grasas se transforma en células adiposas.
Al inhibir la enzima lipasa, la grasa no puede ser
absorbida, por lo que pasa a través del colon como residuo. "Como estos
compuestos polifenólicos son de origen vegetal y se
pueden consumir, los efectos secundarios deberían ser menores o nulos",
afirma Singh.
Próximos pasos
Adhikari, destacado investigador
alimentario cuyo interés comenzó como agricultor en Nepal, predice que la rosella o rosa mosqueta desempeñará un papel "más
importante" en la industria australiana de alimentos saludables.
"Australia tiene el clima perfecto para cultivar la rosella.
La planta es robusta, resistente a las enfermedades y no necesita mucho espacio
ni agua para crecer", afirma.
Así las cosas, el equipo planea encapsular los extractos
fenólicos para utilizarlos en productos alimenticios saludables. Dicen que los
extractos podrían convertirse en pequeñas perlas y utilizarse para preparar una
bebida refrescante. "Los extractos fenólicos se oxidan con facilidad, por
lo que la encapsulación no sólo prolonga su vida útil, sino que nos permite
controlar cómo los libera y absorbe el organismo", explica Adhikari. "Si no encapsulamos el extracto, podría
descomponerse en el estómago antes de que podamos aprovechar sus
beneficios", ha concluido.